Durante décadas, Estados Unidos ha tenido una relación compleja con la energía: un país rico en recursos fósiles, pionero en innovación… pero también, uno de los principales contaminantes del planeta. ¿Qué hizo Joe Biden con este panorama al llegar a la Casa Blanca? ¿Rompió con la tradición o solo la maquilló?
Este blog analiza de forma clara y sencilla la evolución de la política energética estadounidense, con énfasis en la administración de Biden (2021–2024), comparándola con sus antecesores: Obama y Trump.
🔥 De fósiles a renovables: Una transición con baches
Estados Unidos basó históricamente su crecimiento en el uso masivo de petróleo, gas y carbón. Pero también ha tenido momentos clave en los que ha intentado cambiar de rumbo:
- En los años 30, con la electrificación rural.
- En los 70, por la crisis del petróleo.
- En los 2000, con los primeros pasos hacia las energías limpias.
Sin embargo, las decisiones energéticas siempre han estado marcadas por intereses económicos, presiones políticas y conflictos internacionales.
🏛️ Obama, Trump y Biden: Tres visiones muy distintas
Obama impulsó políticas progresistas: buscó reducir emisiones, apoyó las energías limpias y firmó el Acuerdo de París. Pero su impacto fue limitado por trabas legislativas y la falta de continuidad legal.
Trump, por el contrario, promovió la producción de combustibles fósiles, se retiró del Acuerdo de París y desmontó regulaciones ambientales. Su lema fue “dominación energética”, favoreciendo a empresas petroleras.
Biden llegó con un discurso ambicioso: transitar hacia un modelo energético limpio, recuperar liderazgo climático y enfrentar la crisis ambiental. ¿Qué logró?
⚙️ Lo que sí cambió con Biden
Bajo el lema de una “revolución de energía limpia”, su gobierno:
- Reintegró a EE.UU. al Acuerdo de París.
- Prometió electricidad 100% limpia para 2030.
- Firmó la Ley Bipartidista de Infraestructura, que financió estaciones de carga eléctrica, redes y agua.
- Aprobó la Inflation Reduction Act, con $369 mil millones para energías renovables y reducción de emisiones.
También destinó recursos a comunidades vulnerables, creó incentivos fiscales para tecnologías limpias, e impulsó cooperación internacional (con India, UE, Canadá, Japón y América Latina).
⚠️ ¿Y qué no pudo cambiar?
- Estados como Texas y Wyoming, dependientes del petróleo, bloquearon algunas propuestas.
- El Congreso dividido complicó reformas profundas.
- Biden hizo concesiones al sector fósil (como el proyecto Willow en Alaska), por presión política y la crisis energética post-pandemia.
- Estados Unidos sigue siendo uno de los mayores productores y consumidores de petróleo del mundo.
🌐 ¿Y su política exterior?
A nivel internacional, Biden impulsó iniciativas como:
- Climate Finance Plan para apoyar a países del Sur Global.
- Cooperación tecnológica con países como Colombia, Indonesia y la India.
- Nuevos tratados con Canadá, Japón y el Reino Unido.
Pero estas acciones privilegiaron a países estratégicos y no cambiaron el rol dominante de EE.UU. como actor hegemónico en la energía mundial.
🌱 ¿Entonces… Rompió con la tradición?
En parte sí: Retomó el liderazgo climático, impulsó inversiones verdes y marcó un nuevo tono político.
Pero también continuó dependiendo de los combustibles fósiles, haciendo que su promesa de transformación quede a medio camino.
⚡ Palabra final
La presidencia de Biden marcó un avance en la narrativa y financiamiento de la energía limpia, pero el peso de los intereses fósiles, la polarización política y las urgencias económicas impidieron una ruptura total. Más que una revolución, fue un intento de cambio con límites visibles.
Ingeniero en Energías Renovables
Dylan Magallanez
Referencia:
Águila, A. D. L., & Soriano, J. L. S. (2025, April 8). Biden y su política energética: ¿ruptura de la tradición? https://revistaadhoc.isri.cu/index.php/rah/article/view/196