En México se producen millones de toneladas de arroz cada año, y con ello, toneladas de residuos que no suelen aprovecharse. Uno de los más ignorados es la cascarilla de arroz, esa cáscara dura que protege al grano. Aunque parezca inútil, esconde un enorme potencial energético y ambiental.
El artículo de referencia propone una solución clara: dejar de tratar a la cascarilla como basura y comenzar a transformarla en biocombustible, fertilizante, material absorbente e incluso insumo para supercondensadores.
🌾 ¿Qué es la cascarilla de arroz y por qué importa?
Cuando el arroz es procesado en molinos, se separa la cascarilla, que representa hasta el 23% del peso del grano. Se estima que en el mundo se generan más de 140 millones de toneladas de este residuo cada año.
¿El problema? Tiene un contenido altísimo de sílice (hasta 97% de sus componentes inorgánicos), lo que impide que se utilice como alimento para ganado o que se degrade fácilmente.
Pero ese mismo contenido la convierte en una materia prima valiosa para procesos químicos y energéticos.
🔥 ¿Cómo se puede aprovechar?
El artículo explora tres procesos clave para transformar la cascarilla en productos útiles:
- Carbonización hidrotérmica
A bajas temperaturas (180–250 °C), produce un carbón húmedo llamado hidrochar, además de gas de síntesis y agua de proceso. - Pirólisis
A temperaturas más altas (350–700 °C), genera biochar, aceites y gases. - Calcinación
Se obtienen cenizas ricas en minerales útiles para la agricultura y la construcción.
🔍 ¿Qué productos se obtienen y para qué sirven?

Los productos derivados pueden sustituir combustibles fósiles, fertilizantes químicos y carbón mineral, ayudando al medio ambiente y a la economía rural.
💡 Ejemplos de aplicaciones
En el campo: hidrochar para retener agua y mejorar nutrientes del suelo.
En la industria: biochar como adsorbente de metales pesados en aguas.
En energía: biocombustible sólido para generar calor y electricidad.
En tecnología: hidrochar como material base para supercondensadores eléctricos.
🧭 ¿Qué falta por hacer?
Aunque la tecnología ya existe, México no cuenta con una estrategia clara para gestionar este residuo agrícola.
Se necesita:
- Más inversión en infraestructura de transformación.
- Proyectos comunitarios para aprovechar la biomasa local.
- Capacitación técnica y difusión sobre su potencial.
🌱 Conclusión con futuro
La cascarilla de arroz no es un desecho. Es una fuente subutilizada de energía y recursos valiosos. Transformarla puede impulsar una agricultura más limpia, comunidades más resilientes y un país menos dependiente de combustibles fósiles.
Donde otros ven basura, la ciencia ve oportunidad.
Ingeniero en Energías Renovables
Dylan Magallanez
Referencia:
Ojeda Rodriguez, V. E., Escobar Morales , B., Méndez Contreras, J. M., Vallejo Cantú, N. A., Alvarado Lassman, A., & Rosas Mendoza, E. S. (2024). Cascarilla de arroz, un residuo agrícola sin ser aprovechado en México. Tendencias En energías Renovables Y Sustentabilidad, 3(1), 105–110. https://doi.org/10.56845/terys.v3i1.319